miércoles, 25 de abril de 2012


¿Para qué razonar lo que sentimos?


Reflexión acerca del texto:
Promesas y peligros de las artes: Diderot, Sade y Rosseau.
Rafael García Alonso.

Someter a la percepción bajo los dominios de la razón, es sin duda esclavizar al ser humano en una jaula de convenciones que limitan su ser y como consecuencia daña su estructura natural. No se trata de saberse poseedores del buen gusto, construido con base en la observación pasiva de la expresión de otros, sino de tener la libertad y espontaneidad en interpretar la naturaleza que nos rodea. Dejo como ejemplo de esta libertad la siguiente reflexión:
En la Grecia antigua Parménides encontraba por medio de la razón una desconfianza hacia los sentidos y podía hallar fácilmente ejemplos de que confiar en la percepción era un error. Una de sus disertaciones fue al observar una vara sumergida en agua, la percibirla como quebrada y argumentaba que esta era una falsa información porque la vara se encontraba físicamente intacta; como conclusión condenaba a la visión conducía al engaño.
Ahora bien, tomo como base su disertación y con libertad me involucro y desde mi mismidad[1] percibo:
           “Reconstruyo mentalmente la imagen de la vara sumergida y distorsionada por el agua, aparentemente quebrada, lo cual me hace sentir que el agua reconoce que la vara también contiene fluidos y esto condenado como error lo traduzco a una correspondencia acuosa, un beso líquido que lleva mediante la danza generada por las ondas −prueba del contacto−, a la manifestación de una nueva forma. En consecuencia esta imagen me invita a sumergirme y vivir por medio de mi sensibilidad esa unión; que mi agua interna se mezcle con la externa, se bañe mi mente y sentidos, como efecto me diluya, ser líquido por unos instantes y ¿por qué no?, tener una nueva forma”.
El razonamiento, según la postura de Parménides, me diría es un error, pero mi sensibilidad al estímulo me sugiere un mundo en el que siento y vivo mi realidad. Percibir me acerca a mi otredad y con esto me acerca a mí mismo.










[1] Idea retomada del diálogo de Platón sobre “comunicar”, donde propone que la comunicación sólo es posible desde el mismo ser…Para Platón el hombre es un ser ontológicamente insuficiente; como tal, desea reunirse consigo mismo, para completarse, y solo puede completarse con el otro, que le es propio y ajeno a la vez. Por su misma insuficiencia el hombre se ve en la necesidad de intentar trascender, saliendo de los estrechos límites que le reserva su mismidad. Para poder emprender la búsqueda de la otredad, el hombre expresa.

miércoles, 18 de abril de 2012

Algo sobre la ciudad

Partiendo de la lectura: Las vanguardias estéticas de las ciudades, les comparto dos pequeños fragmentos de las Ciudades invisibles de Italo Calvino, una reflexión literaria respecto a la percepción, experiencia, recuerdo, imaginación sobre las ciudades:

LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 1
Partiendo de allá y caminando tres jornadas hacia levante, el hombre se
encuentra en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas en bronce de
todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro,
que canta todas las mañanas sobre una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las
conoce por haberlas visto también en otras ciudades. Pero es propio de ésta que
quien llega una noche de septiembre, cuando Los días se acortan y las lámparas
multicolores se encienden todas juntas sobre las puertas de las freiduras, y desde una
terraza una voz de mujer grita: ¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber
vivido ya una noche igual a ésta y haber sido aquella vez felices.

LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 2
Al hombre que cabalga largamente por tierras selváticas le acomete el deseo
de una ciudad. Finalmente llega a Isadora, ciudad donde los palacios tienen escaleras
de caracol incrustadas de caracoles marinos, donde se fabrican según las reglas del
arte catalejos y violines, donde cuando el forastero está indeciso entre dos mujeres
encuentra siempre una tercera, donde las riñas de gallos degeneran en peleas
sangrientas entre los apostadores. Pensaba en todas estas cosas cuando deseaba una
ciudad. Isadora es, pues, la ciudad de sus sueños; con una diferencia. La ciudad
soñada lo contenía joven; a Isadora llega a avanzada edad. En la plaza está la
pequeña pared de los viejos que miran pasar la juventud; el hombre está sentado en
fila con ellos. Los deseos son ya recuerdos.

miércoles, 28 de marzo de 2012


¿Qué hacer después de la orgía?

El horizonte artístico-estético de lo grotesco
José Luis Barrios

Tomar el tiempo actual como nueva génesis de la conciencia de lo grotesco producto de las liberaciones de la modernidad −política, sexual, fuerzas productivas, de la mujer, del niño, de las pulsiones inconscientes, del arte− descritas por Baudrillard, es una alerta acerca del terreno fangosos que es la exposición diaria a imágenes. Es decir, es el tiempo de esplendor del consumo de lo grotesco, la fantasía se ha superado a si misma ofreciéndonos “realidades” capaces de atravesar −con su ilusión− nuestra estructura natural. En este sentido, el contexto actual de la imagen se reconoce como un juego con límites frágiles entre lo real de la fantasía (fotografía, cine, imágenes publicitarias) y lo cruel del uso de la imagen real del dolor, muerte y vulnerabilidad del otro (periódicos revistas amarillistas).

Como reacción a este ataque el pensamiento humano, consciente de la agresión, se protege recreando sus límites naturales ya demolidos, vive dentro de una constante metamorfosis generando la sabia adecuada para que su pupa resista lo voraz del entorno. Aunque, el ser humano tiene la opción de elegir a cada momento entre aceptar o rechazar como medio de placer lo grotesco, es un acto de violencia visual la exposición ilimitada a imágenes que lo invaden en lo cotidiano. Porque no sólo se transgreden limites corporales piel, sangre, leche, semen, excrementos, en la opinión de José Miguel Cortés citado en El horizonte artístico-estético de lo grotesco de José Luis Barrios, sino intelectuales, culturales y sociales. Por lo tanto, el ser humano necesita declarar su independencia a la exposición de imágenes que intentan agredir su lenguaje, debe protegerlo, levantar la voz hacia la agresión visual y saber que el corresponder en la imagen vulnerable del otro es un acto de humanidad.

De esta manera, se tendrá la capacidad de saber qué disfrutamos ver, qué consumimos como imagen y hasta dónde deseamos extender nuestros límites hacia la tolerancia de lo grotesco. Porque la imagen grotesca ya no solamente es una ilusión sino una realidad, que expone la decadencia humana. En suma, como menciona Arnheim si la percepción es selectiva es porque existe libertad de respuesta ante un estimulo, lo cual debe tomarse como defensa para el bombardeo al que es sometida la percepción visual, actitud que como señaló Marinetti −con referencia a los abucheos de su propuesta de teatro de variedades−, el abucheo asegura que el público está vivo.
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Monstruosa belleza

“Las nociones del asco y de lo monstruoso explican y responden a dos asuntos: el primero se relaciona con el límite de la percepción estética y, el segundo, con cierta relación teleológica de la naturaleza ” Sin embargo entre estos límites aceptables de las funciones sintomáticas que puede crear una pieza, la composición propuesta y por otro lado el discurso que maneje puede encontrarse un tipo de belleza inexplicablemente atrayente a pesar de los elementos grotescos que la estructuran, simplemente por la delgada línea que se entreteje en lo sublime. La cantidad de imágenes que atacan nuestra realidad es tal que en la actualidad la peculiaridad tanto de los medios como de los temas y lo transgresor que invade un nuevo tópico, hacen de esta línea se difumine en distintos ámbitos. Es el caso de Peter Witkin, que a pesar de sus temáticas y su propuesta donde el cuerpo es violentado de tal forma que deja de ser un depositario de vida para convertirse en un mero pretexto de una composición, llega a sobrepasar los límites interpuestos y poner ante la luz bellezas monstrosamente irreales.

miércoles, 21 de marzo de 2012

http://vimeo.com/16993767
De la luz a la pintura

Luz y sombra, la luz como el ojo, visión para dar paso al conocimiento, dar paso al alfabeto para entenderlo y leerlo; plano-espacio, punto-línea, volumen-plasta, luz y sombra, imagen, conjunto de imágenes y contexto; significados: conjunto de conceptos-enciclopedia, palabras, lecturas que a la vez crean una resignificación, para generar una
percepción y un conocimiento.

Se puede nombrar lo que existe ¿Y, lo que no se puede nombrar existe?
Tal vez, simplemente no se puede nombrar, el texto verde dice, vamos a hablar de lo que no se puede hablar ...